Calidad de Energía:
La calidad de energía se refiere a la confiabilidad, estabilidad y pureza de la energía eléctrica suministrada a un sistema eléctrico o dispositivo.
Esto implica mantener los parámetros eléctricos dentro de rangos aceptables, como la tensión, la frecuencia, la forma de onda y la ausencia de armónicos.
La calidad de energía se ve afectada por problemas como fluctuaciones de voltaje, interrupciones del suministro eléctrico, picos de corriente, distorsiones armónicas, entre otros.
Para garantizar una buena calidad de energía, se pueden implementar medidas como la instalación de equipos de corrección del factor de potencia, filtros de armónicos, reguladores de voltaje, sistemas de respaldo de energía, entre otros.
Eficiencia Energética:
La eficiencia energética se refiere a la optimización en el uso de la energía para maximizar la producción de bienes o servicios con el menor consumo de energía posible.
Implica reducir las pérdidas de energía en los procesos de conversión, distribución y uso final de la energía.
Se pueden implementar medidas de eficiencia energética en diferentes niveles, como la mejora en la eficiencia de los equipos eléctricos, la optimización de los sistemas de iluminación, la gestión inteligente de la energía, el uso de tecnologías de recuperación de energía, entre otros.
La eficiencia energética no solo reduce los costos de energía para los usuarios, sino que también contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y al uso sostenible de los recursos naturales.
